Cuestionario Jonathan Edax: Jorge Enrique Lage

¿Cuál fue el libro que destruyó tu inocencia literaria y te dejó emocionalmente disponible solo para personajes ficticios?

Las aventuras de Huckleberry Finn. Desde el momento en que leí lo que escribió Mark Twain en la primera página: “Las personas que intenten encontrar un motivo en esta narración serán procesadas; las que intenten encontrar una moraleja, serán desterradas; las que intenten encontrar una trama, serán fusiladas”. Yo era un niño y no entendí esa advertencia, pero capté que ahí se jugaba algo importante.

¿Qué autor/a te gustaría besar o abrazar y luego golpear con una edición de 800 páginas por arruinarte emocionalmente?

Emocionalmente no es la palabra, pero el autor es José Martí. Lo golpearía con una edición de las 800 páginas en blanco de las Escenas norteamericanas o del Diario de campaña. Por la invención de Cuba.

¿Cuál es el libro que dices que «te marcó», pero en realidad solo lo leíste por presión estética?

Me marcó la primera parte del Quijote, pero sólo por la presión no tanto estética como cinética en función de llegar a la segunda parte, que fue la que me marcó.

¿Qué personaje literario querrías como pareja, aunque sabes que terminarías llorando en una librería con jazz de fondo?

Kate, la narradora de La amante de Wittgenstein, de David Markson. O la Carmilla de Sheridan Le Fanu. En ninguno de los dos casos hay jazz al fondo de nada, y mucho menos librerías.

¿Qué libro consideras «un clásico necesario» pero solo porque te da ansiedad admitir que te aburrió como misa en latín?

Trilce, de César Vallejo.

¿Cuál es tu lectura secreta de vergüenza?

Twitter.

¿Qué autor moderno te resulta tan brillante que lo detestas como se detesta un/a ex?

David Foster Wallace. Sus ex también lo detestaron, creo. DFW es el ex por antonomasia.

¿En qué momento de tu vida descubriste que subrayar frases no significa que las entiendas?

Desde que empecé a subrayar frases.

¿Cuál es la palabra más pretenciosa que has usado para hablar de un libro y así sonar más intelectual?

Esa misma: “pretencioso”. No tengo mucho vocabulario.

¿Qué edición de un libro compraste solo porque tenía cantos dorados y parecía un objeto de brujería victoriana?

Me pillas en la clase social equivocada para un libro de esas características.

¿Qué personaje literario usarías para que le diga verdades a tu ego?

Irene Adler. La única brujería victoriana que he conocido.

¿Qué libro te obligaron a leer en la escuela y ahora finges que amas por trauma y costumbre?

El reino de este mundo, de Alejo Carpentier.

¿Qué librería física es tu ruina financiera y tu capilla emocional?

Ninguna. Entro a las librerías arruinado con antelación. La ruina financiera te previene de la ruina libresca.

¿Cuál fue la última frase literaria que te hizo decir: “maldito genio”?

Cualquier bloque de texto de César Aira.

¿Has tenido una relación que terminó por diferencias librescas irreconciliables?

No. Las librescas son quizás las más conciliables de todas las diferencias.

¿Cuál es tu lugar favorito para leer como si fueras un personaje de Murakami? ¿Café hípster, ventana lluviosa, cama existencialista? ¿Algún otro?

La cama de Onetti y la pantalla de Levrero. (Me salió una uruguayada por respuesta).

¿Cuál es el libro que usas para impresionar a gente culta y que jamás has terminado?

Trato de no llamar la atención de la gente culta, Edax.

¿A qué personaje literario le confiarías tu diario?

A Guy Montag, el bombero de Farenheit 451. Para que vuelva al redil y recuerde por qué “Era un placer quemar”.

¿Qué autor muerto invitarías a tu funeral solo para que lea algo devastador y elegante sobre tu mediocridad redimida por el amor a los libros?

Philip K. Dick. Pero con la condición de que no lea nada. Basta con que se pasee entre los asistentes sosteniendo un ejemplar de esa novela suya titulada Fluyan mis lágrimas, dijo el policía. (Esa frase impresa en su pulóver también me sirve).

¿Cuál fue la peor traición literaria que sufriste? ¿Un mal final, una adaptación atroz, o que tu autor favorito profesara una ideología incompatible con tus principios?

La adaptación al cine de El señor de los anillos, perpetrada por Peter Jackson. Para entonces ya Tolkien había dejado de interesarme por completo, pero ante esa videogameada de pronto Tolkien volvía a ser La Literatura.

¿Cuál es el insulto más refinado que has pensado hacia alguien que dice “no me gusta leer”?

“Por eso tienes tanto éxito como escritor”.

Tienes una pila de libros por leer tan alta que si se cae podría matarte. Aun así, ¿cuál(es) compraste ayer?

Por si no ha quedado clara mi respuesta a la pregunta 13: no me alcanza el dinero para comprar libros. Pero hace poco, en calidad de préstamo bibliotecario, sumé a mi pila de pendientes un libro de Joseph Roth y uno de Guy Davenport.

¿Qué libro «profundo» te pareció un fraude elegante lleno de humo, citas sueltas y pseudomística de librería hípster?

Es una pregunta tan elaborada que tiene que haber un libro detrás. Pero para saber cuál es, la formulación tendría que haber salido de mí. Así que no estoy seguro. ¿Algo de Benjamin Labatut? ¿Las últimas cosas de Rodrigo Fresán?

¿Cuál es la última vez que leíste algo tan hermoso que reveló algo de ti mismo y quisiste arrancarte los ojos como Edipo?

Hace como una década ya. Con unas páginas de Monasterio, de Eduardo Halfon. No sé si era hermoso, pero era muy triste. Es la única vez que un libro me ha humedecido los ojos.

¿Cuál es tu edición de “libro fetiche”, esa que no prestas, aunque la otra persona te prometa su alma?

No quiero el alma de nadie, pero si me hacen una promesa de ese calibre yo presto todos mis fetiches.

¿Qué autor invocarías en una sesión espiritista para preguntarle por qué te dejó con ese final?

Supongo que no soy muy original aquí: Franz Kafka. Pero creo que ningún espiritista está listo para esa sesión.

¿Cuál es tu ritual de lectura secreto que te hace sentir que el mundo tiene sentido, aunque sea por diez páginas?

Ciertos poemas de poetas cubanos suicidas.

¿Qué frase literaria usas para justificar tu adicción a leer en lugar de resolver tus problemas reales?

Echaría mano del Borges más bolerístico: “No nos une el amor sino el espanto / será por eso que la quiero tanto”. Él hablaba de Buenos Aires y yo de la lectura, o lo que es lo mismo: la literatura.

¿Qué libro quema lentamente tu conciencia porque nunca lo terminaste y aun así opinas de él como si fueras crítico del Paris Review?

A duras penas rebasé el Purgatorio y no me quedaron fuerzas para terminar el Paraíso, pero en el Infierno de Dante está todo y estamos todos, incluyendo los críticos del Paris Review.

Si fueras un libro olvidado en una estantería polvorienta, ¿qué frase pondrías en tu contratapa para que alguien, por fin, te elija?

La lápida que imaginaba para sí mismo Kilgore Trout, según Kurt Vonnegut en Desayuno de campeones:

SOMEBODY

(SOMETIME TO SOMETIME)

HE TRIED.

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