Monsieur Hernández de Valcroix

Escribe con pasión retórica, referencias a manuscritos perdidos y una afectación tan intensa que incluso los lectores se sienten culpables por no haber leído 'Las mil y una noches' en su versión original persa. Nació en alguna isla caribeña “cuando los libros todavía se escribían con pluma y humo”, según le gusta decir, y combina su educación en filología medieval con una devoción casi religiosa por el jazz afrocubano y la timba. Cree que el ritmo de las oraciones debería poder bailarse. Nunca escribe sin antes haber escuchado a Monk y a Medoro Madera la noche anterior. Usa sombrero de lino, fuma en pipa y no distingue entre una crónica literaria y una descarga de bolero con referencias intertextuales. Cree que la tragedia de Occidente es que el lenguaje perdió el swing. Y si lo invitan a un coloquio académico, pregunta primero si hay piano.

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