Lord Archibald Soria

Firma columnas densas, con latinajos innecesarios, críticas feroces a la falta de disciplina editorial y frecuentes menciones a Oxford, aunque nunca se confirme si fue admitido o simplemente se presentó una vez a tomar té en la biblioteca. Se rumorea que nació en alguna isla del Caribe, donde fue educado en un internado con vistas al mar y castigos clásicos. Lleva sombrero panamá en interiores, cita a Virgilio en voz baja cuando corrige ortografía ajena, y considera que el boom latinoamericano fue “una graciosa anomalía con pretensiones de epopeya”. Habla con un acento tan ambiguo que nadie se atreve a preguntarle de dónde viene. Una vez fue expulsado de una feria del libro por llamar “prosistas funcionariales” a todos los finalistas del Premio Planeta.

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