Bette Davis, divorciada por leer demasiado

La escritora Irene Vallejo ha rescatado en su muro de Instagram un recorte de periódico que merece un lugar en todas las bibliotecas, entre la sección de rarezas y la de grandes monumentos de la trivialidad documentada.

La noticia informa que Bette Davis, estrella cinematográfica de mandíbula firme y agenda apretada, fue oficialmente divorciada por su esposo Harmon O. Nelson, bajo el insólito cargo de “She reads too much”. Estamos ante el epitafio perfecto para la ignorancia marital.

Así, sin metáforas ni adornos: en la era de los grandes titulares, la prensa optaba por la brutal sinceridad. Corría el año 1938. El matrimonio no sobrevivió al hecho de que Davis prefería pasar tiempo entre páginas que entre conversaciones maritales previsiblemente más cortas y menos editadas.

El documento lo relata con la serenidad de quien anuncia una subasta de ganado: el señor Nelson presentó pruebas de que su esposa anteponía su carrera y su biblioteca al deber conyugal. Deberes que, en su imaginación, formaban parte inseparable del contrato matrimonial.

Igual, uno se pregunta: ¿qué era “demasiado” para este caballero? ¿Un soneto al desayuno? ¿Un ensayo al anochecer? ¿Declamar el monólogo de Molly Bloom justo antes del acto lascivo?

Desde Bookish & Co. reconocemos esta joya como un monumento a una época en que leer demasiado no solo era un problema marital, sino un argumento legal. Y, francamente, no nos parece el peor de los crímenes.

Sigan leyendo. En caso de que alguien lo considere motivo de litigio, siempre pueden citar este precedente histórico. Está en los archivos.

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